Tengo una grieta en un muro, ¿es grave?

Tengo una grieta en un muro, ¿es grave?

«Tengo una grieta en un muro, ¿ahora que hago? ¿será grave?». Cuando en nuestra vivienda aparece una grieta o una humedad en una pared, todos no echamos a temblar pensando en la obra de reparación y a cuánto ascenderá su coste, o llevados al extremo, si la integridad de nuestra vivienda corre peligro. Hoy queremos arrojar luz sobre una de estas patologías tan usuales, las grietas, y aportar algo de información que ayude a elegir la actuación más adecuada.

Tengo una grieta en un muro

Grietas y fisuras

Lo primero que debemos saber es la diferencia entre dos términos, a priori muy similares, como son “grietas” y “fisuras”:

  • Grieta:  es una abertura incontrolada en todo el espesor del elemento.
  • Fisura: se da solo en la superficie del elemento o su acabado.

Parece, por tanto, que una grieta siempre indicará un problema de mayor envergadura que una fisura, aunque en algunos casos las grietas comienzan siendo meras fisuras que se van abriendo con el paso del tiempo y la persistencia del problema.

Tipos de material

La composición del elemento constructivo también será determinante a la hora del tipo de grietas que pueden surgir. Los muros o tabiques de ladrillo se componen de piezas individuales y rígidas unidas con mortero, mientras que muros de hormigón o tapial tienen una composición más homogénea.

 

Características de las grietas

Para poder determinar las causas y la tipología de una grieta, así como poder seguir su evolución, debemos fijarnos en una serie de factores característicos que nos proporcionarán casi toda la información necesaria:

  • Recorrido: horizontal, vertical, diagonal, …
  • Dibujo: línea continua, escalonada, …
  • Número: una sola grieta, varias paralelas, …
  • Grosor
  • Bordes: recientes (se desprende material, bien definidos) o consolidados (desgastados).

 

Causas

Las causas de la aparición de grietas son muy numerosas, pero en la mayoría de los casos tienen un aspecto en común, el desequilibrio entre los esfuerzos a los que está sometido el elemento en la realidad y para los que fue diseñado. Según sea ese desequilibrio, será la magnitud del problema y su tipología.

Ya sean errores de cálculo, de diseño, de ejecución, o por acciones imprevistas, las grietas buscan, mediante la rotura del elemento, alcanzar un nuevo estado de equilibrio.

 

Tipos de grietas en muros y tabiques

Aparecen cuando se somete al muro a esfuerzos para los que no está pensado. También pueden aparecer en fachadas cuando éstas se apoyan en la estructura del edificio.

  • Asiento continuo centrado (img. 1): la grieta forma un arco de descarga, producido por un asiento continuo de la estructura, o una deformación excesiva del forjado inferior. En ocasiones, pueden ser grietas discontinuas que, al unirlas, forman el arco.
  • Asiento lateral (img. 2): como en el caso anterior, puede tener forma de medio arco, indicando con su apertura la zona en descenso. Puede darse en forjados en voladizo, como terrazas.
  • Asiento puntual lateral (img. 3): aparición de grupo de grietas diagonales que señalan una zona puntual con rotura en un lateral del tabique, debido por ejemplo a una rotura puntual de un voladizo. Este efecto también puede producirlo una carga puntual superior en un lateral, por lo que es fácil confundir ambas.
  • Asiento puntual centrado (img. 4): en forma de V invertida, con dos grietas casi verticales, puede indicar un asiento puntual en esa zona, debido a una rotura de una pieza, o un fallo puntual.
  • Carga puntual centrada (img. 5): por un fallo puntual del forjado en ese punto (contacto del forjado con tabique por exceso de carga). Produce grietas radiales alrededor del punto de descenso, y en ocasiones también otro grupo de grietas concéntricas.
  • Deformación del forjado inferior (img. 6): más moderada que el asiento continuo, se produce al entrar en carga el forjado, provocando grietas diagonales superiores y horizontales inferiores.
  • Deformación de forjado superior (img. 7): complementario al caso anterior, el forjado contacta con la tabiquería y carga sobre ésta, provocando fisuras horizontales superiores y verticales inferiores.
  • Empuje superior (img. 8): grietas horizontales a media altura producidas por empujes de la estructura en sentido perpendicular al muro.
  • Dilatación de la estructura (img. 9): suelen coincidir con los cantos de los forjados (grietas horizontales) o con los pilares (verticales), por asumir el muro las deformaciones sufridas por la dilatación de la estructura. En el caso de las grietas verticales, también puede deberse a la dilatación de un muro perpendicular.
  • Asiento diferencial de la cimentación (img. 10): al descender el cimiento, arrastra parte del edificio, produciendo las características grietas diagonales, que suelen aparecer en las zonas más débiles, como en las esquinas de las ventanas. La dirección de estas grietas nos indica la zona en descenso.
  • Grietas en esquinas de ventana (img. 11): grietas a 45° en las esquinas de las ventanas. Pueden deberse a los cambios dimensionales de la carpintería debido a cambios de temperatura, que empujan sobre el muro fisurándolo. En los casos en los que solo aparezcan en el dintel, puede deberse a una longitud insuficiente de cargadero, o una deformación excesiva de la viga del forjado superior.

Tipos de fisuras en acabados y recubrimientos

De menor gravedad que los casos anteriores, este tipo de fisuras influyen principalmente en el aspecto estético y no tanto a problemas de seguridad, y sus causas se deben muchas veces a defectos de ejecución.

  • Fisuras cuarteadas: tienen forma de mapa, como las arcillas al secarse. Suele deberse al secado demasiado rápido del agua de amasado o mala dosificación, con la consiguiente retracción excesiva de la pasta.
  •  Fisuras en cuadrícula: forman paños, quedando visibles las líneas de las maestras, por una mala dosificación o ejecución.
  • Fisuras por humedad: se trata de una patología mixta. Un paño que ha sufrido o sufre humedad está más expuesto a las variaciones dimensionales por las condiciones higrotérmicas, que pueden provocar fisuras e incluso desprendimiento del material de acabado.

 

Intervención

  • En primer lugar, debemos consultar con un técnico cualificado, quien podrá valorar el problema y asesorarnos acerca de los procedimientos a seguir.
  • En el caso de fisuras en el acabado, en la mayoría de los casos se recomienda el saneado y la reposición del revestimiento, asegurando una correcta calidad en la ejecución para evitar nuevas patologías. Un correcto uso y mantenimiento de la vivienda, instalaciones térmicas y ventilación ayudan a evitar la aparición de fisuras por variaciones térmicas.
  • En el caso de grietas debidas a esfuerzos estructurales, las reparaciones de la propia grieta no siempre aseguran la eliminación del problema. Cuando una grieta está asentada (después de haber realizado un seguimiento), pueden utilizarse productos sellantes flexibles que aseguran el relleno y posterior acabado.
  • Si la grieta es dinámica, debe actuarse sobre el problema subyacente, asegurando la estabilidad estructural en busca del equilibrio del conjunto. Las soluciones pueden pasar por un recalce de la cimentación, un refuerzo de forjados o la ejecución de juntas de dilatación, dependiendo del origen del problema

 

En todo caso, desde METRIA aconsejamos el asesoramiento de un técnico que pueda orientarnos en cualquier intervención a realizar, tras un estudio patológico previo. No dude en consultar nuestros packs de servicios, como nuestro Pack Pre Hogar, o el Pack Viable Rural, que incluyen la realización de informe de estado previo.

¿ Qué cristales poner a las ventanas ?

¿ Qué cristales poner a las ventanas ?

Cuando deseamos comprar unas ventanas deberemos elegir que cristales poner. Como ya vimos en nuestro anterior post, ¿Qué ventanas comprar?, existen muchos parámetros a determinar. Ahora es el momento de centrarnos exclusivamente en los cristales.

Los cristales tienen unas dimensiones significativas en el conjunto de las fachadas, debido a la importancia que tienen, sobre la habitabilidad. A través de ellos,  dotamos a nuestras viviendas de iluminación y ventilación. Debido a su tamaño, de los parámetros de los cristales dependerá en gran medida el comportamiento térmico y acústico de nuestras viviendas. Por ello, vamos a detenernos en los parámetros importantes, en la distintas configuraciones que podemos hacer y en los tipos de cristales que existen.

 

Parámetros de los cristales

  • Transmisión térmica del cristal. Al igual que ocurre con las carpinterías de las ventanas, se indica mediante el factor U, que mide en W/m²K la cantidad de frío y de calor que atraviesa una ventana por metros cuadrados y diferencia de temperatura. A menor índice U mejor es el aislamiento.
  • Factor solar de acristalamiento. Indica el comportamiento del cristal a la hora de transmitir la radiación solar al interior de la vivienda. Se mide con el factor g. A mayor índice g, más radiación solar entre en la vivienda, aumentando la temperatura.

 

Tipos de cristales.

  • Vidrios monolíticos. Son vidrios sencillos que no tienen a penas propiedades aislantes ni térmicas ni acústicas y se utilizan en ventanas de poca calidad.
  • Vidrios laminados. Son la combinación de dos o más planchas de vidrio juntas. El resultado es un vidrio de seguridad que ha de combinarse con herrajes de seguridad.
  • Vidrios templados. Son vidrios más fuertes y su principal característica es que si reciben un impacto, se rompe en cristales muy pequeños e irregulares con la finalidad de no causar grandes lesiones. Se utilizan en puertas o ventanas para terrazas.
  • Doble o triple acristalamiento. Se trata de la composición de varios cristales, alojando una cámara de aire sellada herméticamente entre ellos. Comúnmente, a este sistema se le conoce como Climalit, ya que fue la marca que lo sacó al mercado. Si tenemos una cámara de aire entre los dos cristales, estaremos en un doble acristalamiento, mientras que si tenemos dos cámaras de aire estaremos en un triple acristalamiento.
    Existen estudios que manifiestan que esta composición de cristales pueden mejorar hasta en un 50% el índice U en comparación con un vidrio simple. Cuanto mayor sea el espesor de los cristales mejor será el aislamiento térmico y acústico. Las composiciones pueden ser muchas y una de las recomendaciones es 4/6-16-4. (Cristal de 4 o 6 mm, cámara de aire de 16 mm y cristal de 4 mm).
    Actualmente existen cámaras de aire con gas argón. Este gas es incoloro e inodoro y aporta al conjunto del acristalamiento un mejor comportamiento térmico.

Tratamientos de los cristales.

  • Bajo emisivo. Son cristales que evitan que salga el calor del interior de las viviendas hacia el exterior, llegando a aislar hasta tres veces más que un cristal básico. Es una situación totalmente recomendable para ventanas de orientación Norte. Hay que tener la precaución que en fachadas muy expuestas al sol pueden ocasionar efecto invernadero, ya que aunque tienen capacidad aislante en comparación con un cristal sin este tratamiento, si que permitirán la entrada de calor pero dificultarán su salida. En situaciones como esas, la recomendación es un cristal que sea bajo emisivo y que también tenga control solar.
  • Control solar. Son cristales que ofrecen resistencia a los rayos ultravioletas y consiguen reducir la entrada de calor en la vivienda, con lo que son altamente recomendables en fachadas con gran exposición al sol.

 

La ficha técnica de las ventanas.

Se trata de una ficha de carácter voluntario por el momento, pero que a medio plazo será obligatoria según las directivas europeas. Está enfocada para servir de ayuda al particular que quiere cambiar sus ventanas. Para ello, se planifica una ficha técnica muy similar a la etiqueta energética de los electrodomésticos, ofreciendo datos objetivos.

La información muestra el grado de eficiencia del conjunto de la ventana, es decir, carpintería y vidrios. No nos indicará posibles ahorros energéticos ya que no tiene carácter cuantitativo sino cualitativo, es decir, muestra las prestaciones técnicas intrínsecas tales como: transmitancia térmica, permeabilidad al aire y factor solar del acristalamiento.

 

Conclusiones.

Al igual que pasaba con las carpinterías, en función de las necesidades que tengamos, necesitaremos unas características diferentes. Como ya indicamos en el anterior post, hay que evaluar el conjunto de la ventana (carpintería y cristales).

Partiendo de la base que elegimos una configuración de carpintería y de cristales coherentes entre sí, podremos jugar con la configuración de los cristales: espesores, número de capas, acristalamientos dobles, triples, dimensiones de la cámara, tipos de cámara y cristales con tratamientos especiales.

Creemos que un buen punto de partida es un doble acristalamiento 6+14+6. A partir de las condiciones que cada fachada demande, podemos optar por cristales con tratamientos especiales (bajo emisivo o control térmico), o distintos grosores de cristales para mejorar el comportamiento acústico.

En cualquier caso, queda demostrado que el abanico de necesidades y soluciones es muy amplio. En hogar.METRIA estamos a tu disposición para proyectar tu vivienda en función de lo que realmente necesites. Ponte en contacto con nosotros.